miércoles, 31 de marzo de 2010

"Did you ever wake up to find a day that broke up your mind... Destroyed your notion of circular time?" *

No puedo creer todo el tiempo que ha pasado desde mi última entrada en este blog, blah, blah, blah, blah... 

Sí, lo cierto es que ha pasado bastante tiempo pero, finalmente, como dirían nuestros estimados vecinos del Norte: 

Who's counting?

Y la respuesta es:

Not me, that's for fucking sure.

Pero bueno, el año empezó hace ya casi cuatro meses y probablemente para este momento todas las expectativas de cambio que se hubieren generado en nuestras occidentales mentes, hayan ido desapareciendo paulatinamente, de tal suerte que:

* Prácticamente todo el mundo sigue fumando

* Quien perdió 3.8 kilogramos en enero ya los recuperó (o los va a recuperar en la siguiente temporada vacacional, es decir, Semana Santa)

* Los gimnasios están felices porque, para este momento, todo el mundo está atorado con una mensualidad insoportable pero nadie se para por ahí más que para usar las regaderas, el vapor o ir a desayunar

* Nadie ha leído los veinte libros que pensó que iba a leer hasta antes de Semana Santa, si terminaba uno cada tercer día

* No estás comiendo más sano

* No has cambiado de trabajo y/o no le has demostrado a tu jefe que tú vales más de lo que estás ganando

... Porque es imposible que trabajes más de lo que ya estabas trabajando el 31 de diciembre de 2009.

Sí, el 31 de diciembre... Y el puto de tu jefe quiere que te convenzas de que "todavía puedes dar un poco más... Tu 110%".

En fin, que para efectos míos, ya nos podemos hablar de tet-a-tet, porque a mí me genera una hueva impresionante la gente que tiene ilusiones que no requieren cojones para llevarse a cabo.

Me explico:

Si uno quiere dejar de fumar, bajar de peso, hacer ejercicio, leer más, comer más sano, superarse en tu trabajo, y está esperando una fecha para hacerlo, entonces ese cambio no es realmente tan importante.

O lo que es lo mismo:

¿Qué tanto importa lo que sea que se puede posponer con tanta frialdad hasta que un inexacto calendario cambie de día?

En mi opinión, importa prácticamente nada.

Porque, en general, las cosas que importan se hacen, aunque uno no se de cuenta o no esté de acuerdo.

Y sin mayor transición, paso a tocar el siguiente tema que desde hace dos días me tiene aconojado:

He descubierto que la gente tiene ganas de hablar con alguien.

Y por "gente", además de la gente en sí, me refiero a mí.

Y ayer, discutiendo esto con mi asesor de confianza, le expuse mi teoría de que la gente necesita tener "un dialecto", a lo cual, el asesor, en forma siempre pronta y amable me dijo: "quieres decir 'diálogo', pendejo"

... Y estaba en lo correcto:

La gente necesita tener un diálogo.

Y no me refiero al diálogo chaqueto ese que tiene la gente que habla al radio a refunfuñar, sino el dialogo consistente en obtener una catarsis al estar en total acuerdo o en acérrimo desacuerdo con el papanatas que está hablando en la radio o en la TV.

En mi opinión, lo mismo pasa en los medios escritos y, como muestra, el éxito que han tenido los blogs e inclusive los comentarios que se hacen a las notas periodísticas.

O sea, la gente quiere hacer saber al mundo lo que piensa... Ya sea lo que piensa honestamente o lo que piensa para que la otra gente piense algo sobre ellos, pero existe una necesidad de hablar.

Lo cual me lleva a comentar lo poco y mal satisfecha que está esa necesidad.

¿Porqué?

Porque, para tener esa catarsis que resulta de una plática normal, uno se vuelve adicto a:

* Ultra emputarte con el animal de Luis García por sus "atinados" y "objetivos" comentarios "analíticos" en los partidos de la Champions.

* Querer bajarte del coche, correr hasta las oficinas de Radio Fórmula y propinarle una patada giratoria estilo Chuck Norris en la cara al estúpido de Oscar Mario Beteta porque parece que entre la señal que manda su cerebro a su boca existe und delay de 4.8 minutos.

* Desear ponerle un petardo en el trasero a la disfuncional de Carmen Aristegui porque de plano no encuentra la palabra, término o expresión que está buscando... ¡Nunca!

* Orar porque a Carlos Puig lo ilumine alguien... Prendiéndole fuego en una puta hoguera porque no es posible ser TAN amarillista.

Etcetera, etcetera, etcetera.

¿Y qué pasó con la época en la que uno disfrutaba ir en el auto porque podía aprovechar ese tiempo para escuchar música?

Se acabó.

Porque tenemos hambre de alguna respuesta y/o estamos ansiosos por alguna reacción...

¿No?

Entonces que alguien me expliqué porqué la necesidad de ver el cuerpo masacrado del niño que atropelló el camión que iba conduciendo un hijo-de-puta drogado, o el chivo de siete patas que aparece entre los resúmenes de noticias que dan cada hora en el programa de Loret de Mola Mogollón.

Por lo menos a mí me pasa... Pero estoy haciendo todo lo posible porque ya no me pase y, por ello, a partir del próximo 30 de abril dejaré de escuchar los noticieros en la radio.

O sea, que no me parece tan importante, a pesar de que estoy consciente de que escuchar a esos ojetes me hace daño.

Pero soy un adicto a querer conocer algún resultado u obtener alguna reacción y, contra eso, no se puede hacer nada.

Sin embargo, creo que esta condición de ansia no es privativa de esta ciudad. 

En prácticamente todo el mundo "civilizado", existe una adicción a estar perpetuamente "informado"... Y lo pongo entre comillas porque realmente ¿Qué tan informado puedes estar a través de las fuentes tradicionales, mismas que están obsesionadas con alimentarte con toda la grasa que puedan?

Pero, también creo que esa calidad de adicto se ve agraviada por el precio que tenemos que pagar por vivir en esta ciudad, en la que cada día nos castran toda la posibilidad de desahogo mientras que, por otro lado, nos alimentan, literal y metafóricamente, con todo aquello que está clínicamente comprobado que genera depresión, gastritis, ansiedad, asco, odio, diarrea, colitis, acné, calvicie, rash, mala leche, impotencia, preapismo o cualquier otro achaque que te haga más incomodo estar parado en este mundo.

Y dicho lo anterior, me largo.

* Sway. The Rolling Stones.